contar Casa 7 – Pedro Sáenz de Velilla – Solar de Valdeosera

POSIBLE DIVISA PEDRO SÁENZ DE VELILLA

A la parte de arriba de la plaza del solar y de la iglesia, enfrente de la cabecera de la iglesia, está la casa de la Divisa que creemos es Pedro Sáenz de Velilla. La puerta de entrada da al oeste. Tiene portal con sus cuadras y dos plantas,  toda de piedra. Encima de la bardera, es decir, donde se guardaban las estepas, tenía un corralito que, a veces, servía de pocilga y otras para guardar los chivos. En un hueco de la pared se guardaba el cuerno de tocar para las cabras. Esto era cuando yo era niño, porque cuando mi madre era niña se guardaba en un pajar que estaba en la Brilla, y allí era donde se tocaba el cuerno. El corral de esta casa, con su buena corraliza, estaba a la parte de arriba de la casa, separado por la calle. Encima del corral tenía el pajar. El huerto parece que estaba enfrente de la casa, mirando hacia San Román. La era de esta divisa estaba en Santa Cecilia, encima del pueblo, cerca de la ermita. Como le quedaba lejos, el tío Antonio se hizo una era nueva en  el huerto mencionado, pero como no le entraba bien el aire, se hizo otra, junto a la del tío Benito, encima de la Erilla.

En esta casa vivieron los padres de la abuela Paula, que eran solariegas y luego un hermano de ésta, Martín Sáenz que se casó con la tía Urbana, natural de Oliván. Tenían dos hijos: Juan y Justa. Martín murió el año de la gripe. Urbana, viuda, quedó viviendo en el pueblo y trajo un criado de las Alpujarras, llamado Andrés, para hacer las labores. Con la tía Urbana dejaba el abuelo Félix, a veces, a los hijos pequeños y mi madre dice que se encontraban muy a gusto, porque trataba muy bien a los niños. Poco antes de la guerra se bajó a vivir a Lagunilla.

Entonces se quedó a vivir en esta divisa Antonio Martínez al casarse con Segunda. Tuvieron un hijo, llamado Ramón. Pronto murió Segunda y el tío Antonio se casó en segundas nupcias con Paulina Reinares, de Rivalmaguillo. El tío Antonio era padrino de bautismo de mi madre y se acuerda que cuando era niña, un Domingo de Ramos le compró un lazo de color rosa para colgar en el ramo, que fue la sensación.
Mi madre fue madrina de la boda de Antonio y Paulina, que se hizo en Rivalmaguillo un día de invierno por la mañana. El matrimonio tuvo tres hijas y un hijo: M” Jesús, Mari Carmen, Consuelo y José Antonio. Yo soy un año más joven que Mari Carmen.
A principios de los años 60 se bajaron a vivir a Logroño.

Ya no vivió en esta casa ningún vecino más, pero es la casa en la que han estado viviendo los ganaderos que han ido rematando los pastos desde los años setenta hasta ahora. Por eso se mantiene la casa en pie y bastante arreglada.