contar Casa 1 – Terroba – Solar de Valdeosera

POSIBLE DIVISA TERROBA

   

Está en el barrio de abajo, enfrente de la torre de la iglesia. En esta casa vivieron a finales del siglo XIX y principios del XX la familia de mi bisabuelo Esteban Díez, y en ella nacieron varios de los hijos. Cuando se marchó el abuelo Esteban a San Román, la hija Paula se casó con Vicente Sáenz y se quedaron a vivir en esa casa. Allí nacieron los hijos: Santos, Ignacio, Victoria, Francisco, Felicia, Vicente, Sergio y Eugenia. Esta familia se marchó a vivir a Lagunilla hacia 1925. Después, vinieron los padres de Cayo Reinares desde Reinares. Eran cuatro hermanos y una hermana: Fausto que estaba casado con Petrusca, que se fueron a vivir a Treguajantes, y es el abuelo de Félix Fernández, el que luego fue herrero de Muro, padre de Simón; el padre de Eleuterio Reinares, que fue a vivir a Rabanera como herrero; el padre de Cayo. La única hija se llamaba Petra, casó con Regino Palacios y se quedaron a vivir en Valdeosera. Tuvieron varios hijos que marcharon a América y otro, llamado Hipólito, que también aprendió el oficio de herrero y se bajó a Lardero.

Cayo tenía varios hermanos, entre ellos, Hilaria, que se casó con Cristina y se quedaron a vivir en Valdeosera, en la casa de al lado y Mercedes, que se fue a servir a Barcelona.

Después vivió en la casa la familia de Cayo Reinares, casado con Sabina López, natural de La Monjía. De Cayo recuerdo que era muy ágil. Los niños lo admirábamos porque se montaba en los machos, no desde un poyo, como lo hacían los demás, sino desde la parte más baja, dando un salto. Tuvieron dos hijos: Julián y Emilio. Julián fue el último que vivió en esta casa, donde se quedó hasta el final, y todavía soltero, porque no se casó hasta que se bajó a Logroño por los años 60. El hermano Emilio había marchado antes a Logroño y se casó con una vecina natural de Valdeosera, Rosa Mari Martínez, que vivía dos casas más abajo y también se había bajado a Logroño.

Esta casa tenía la planta baja y otras dos plantas. A la parte de abajo de la casa, a mano derecha, tenían un corral donde metían las cabras. A mano izquierda estaba la era y el pajar que lindaban con e! huerto del cura. Al lado estaba también el huerto. La parte de atrás de la casa, hacia e! sur, tenía una pieza. Ahí daba la ventana de la cocina. Hay una anécdota de! bisabuelo Esteban: en la cocina tenían colgados los jamones para curarse y, aunque era más bien bajo de estatura, parece ser que se daba en la cabeza con el jamón, hasta que un buen día, harto ya de decirles a la mujer y las hijas que lo quitaran de en medio, como no le hacían caso, cogió el jamón y lo tiró por la ventana a la pieza, prohibiendo a todos que nadie saliera a cogerlo; menos mal que tuvo que marchar a concejo y aprovecharon las hijas para recuperar el jamón, del que ya estaban dando buena cuenta los perros. Así era el genio del abuelo Esteban que, luego, bajó a San Román, donde llegó a ser alcalde. Creemos que esta casa es la de la Divisa Terroba.